domingo, 6 de julio de 2008

Titulo I

El Ministerio de Tu Reino ha sido golpeado por el viento.

Una tristeza antigua e invisible comienza a levantarse desde mis ojos.

Hoy, el pábulo que alguna me invitó a tus labios se vió envuelto en la azucena de los tristes colores de tu rostro y tu pecho hoy desnudo.

El destino ya es otro profundo lago sin sombra.

1 comentario:

Anónimo dijo...

¿Porque mejor no ver el destino como un arcoiris? si después de un mal momento, comparable con una tormenta; siempre existe un motivo para sonreír, y tu sonrisa sería el sol.