viernes, 7 de noviembre de 2008

Retiro

El funeral de mis labios como un alegre soneto retumbará en tu boca mañana.

Disecada tu alma vendrá a mis brazos,
sin sustento tus manos y sin aliento tus ojos.

Sin fuerza tus piernas arrebatadas del peso de la noche
y sin consuelo alguno, te dejarás caer al suelo.

Digherido entonces entonaré con todas mis fuerzas
aquella presencia que reclama tu alma.

Me transformaré en Aquel en tu nombre y jamás,
jamás vovlerás a caer.

2 comentarios:

The Dinner Lady dijo...

wow.

Catalina Romero dijo...

"El funeral de mis labios como un alegre soneto retumbará en tu boca mañana"


Increíble comienzo para cualquier escrito, palabras que dejan la sensación iluminada de gloria.




Saludos.