De qué curiosa manera

Si eres mi destino, entonces me pregunto:
De que manera me he acercado a ti durante mi vida?

Si yo soy tu destino, me pregunto:
De qué callada manera me has encontrado entre tus sábanas y piel?

Ah!
Yo solía ser un cuerpo caminante, contemplador de latitudes resonantes,
sorteador de soledades lúgubres y pasajeras, artesano en la ciencia
y pastor de un rebaño de cenizas ardientes y soñolientas.
Solía apaciguar el suspiro de las olas del mar durante el atardecer,
cuando el sol penetraba en el mar y lo amortiguaba.

Pero hoy tengo tu amor y soy inmenso,
puedo con mis brazos levantar los pesos muertos de las almas y
cantar con libertad y enamorarme de tus sueños.

Déjate caer entonces sobre mi pecho desnudo,
sintamos juntos esta energía que nos absorbe y nos declara
y nos confiesa.

Estás condenada a esta libertad que tenemos
y a este amor que sentimos.