Ha llegado a mi vida el amor, ese de cuidado, de protección.
Amor de dicha, de pasión, un amor incondicional y seguro, un amor de confianza y respeto.
Un amor de espera.
Un amor que en su entrega es mutuo.
Un amor de piel.
Así ha llegado a mi vida este amor, en un descubrirnos y maravillarnos sin engaños,
un amor que no fue provocado ni tampoco insistido.
Este es un amor que nos trajo el destino y que nos envolvió y se internó en nosotros para brotar en una tierra lejana donde nos encontramos a nosotros mismos en nuestros silencios.
Hoy este amor emana amor en la piel y el alma.
Ella es una flor única en el Universo,
tiene plasmado en su rostro la felicidad y el gozo de mi alma en su compañía.
Nos pertenecemos hace ya muchos años, cuando el sol se escondía tras la luna en los inviernos templados y embebidos.
Hoy el ecplise es una huida, pues en sus ojos he redescubierto el secreto de la vida,
y he jurado ante ellos mi dedicación y confianza, para avanzar juntos en esta aventura.
miércoles, 6 de enero de 2010
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1 comentario:
Max, tus palabras no pierden el brillo, ¡¡¡sigues escribiendo hermoso!!! cariños.
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