¿Acaso a desaparecido?
¿acaso envuelve con un manto de nieve nuestros recuerdos venideros?
¿acaso apacigua la espera con la nostalgia de su frustación marchitadora de ilusión insistiendo en su estado de deidad la fuerza que su ayer despierta?
Oh no,
esa no eres tú, quizá,
soy yo a quien esta tormenta empuja y somete con su calibre.
Prefiero que sea así.
No, la verdad es que no,
esto no es una huella, es un golpe.
Un golpe inevitable lanzado por un destino incorforme y herido.
jueves, 18 de marzo de 2010
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2 comentarios:
...
Has vuelto.
Yo también.
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