Cerca.
Lo siento, pero no lo veo.
Lo siento como el aire cuando respiro y viaja a mi interior.
Pero se siente el mismo vacío,
Ese de trabajar, comer sin alimentarse y luego ir a dormir para luego hacer lo mismo sin tener tiempo en abandono de cuestiones triviales, sino que pensando y sufriendo en un amor que jamás llegó a madurar y que enfermó con tal lentitud cual veneno que absorve la misma vida.
Al norte en Chillán y poco más allá mi familia,
Que sin dejar de quererla no es la que alguna vez soñé con tener hoy como tal.
martes, 22 de junio de 2010
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