sábado, 28 de febrero de 2009

De La Sutil Diferencia Que Usted Encierra

Este no es un poema, ni estas palabras,
Ni esta una frase que intente sorprenderle.

Esto no es poesía, no es mía ni de nadie,
Igual que la tierra, igual que el mar.
La tierra es nuestra madre y
El mundo nuestro hogar,
La tierra es nuestro orgullo y
El mar nuestra tranquilidad.

Una sentencia del cielo
Me ha dejado como herencia la riqueza
De poder sentir su presencia,
Y el poder decir que esto no es un poema,
Ni usted una mujer,
De decirlo y lo digo, no es ocurrencia,
Ni quiero ser repetitivo,
Pues sí es transparencia,
Aunque usted no sea ninguna eminencia,
Ni mis gustos exigencias de excelencia,
Déjeme decirle que en su andar,
Quien buenos ojos tenga,
Podrá ver en usted la hermosura que encierra,
Toda la actitud del rostro,
Y de los ojos belleza tal que a uno lo condena
A pensar que usted no es una mujer, sino un ángel.

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